La lámpara Arco de Achille y Pier Giacomo Castiglioni: un clásico que se reinventa

El diseño de interiores es un delicado juego de equilibrio en el que se deben considerar diversos factores para crear espacios que sean tanto visualmente atractivos como funcionales. Dentro de este juego, la iluminación desempeña un papel fundamental. No es simplemente un elemento adicional, sino un componente esencial que puede dar vida a una habitación, resaltar detalles y añadir un carácter único a cualquier ambiente.

A lo largo del siglo XX los mejores diseñadores y arquitectos concibieron lámparas únicas que crearon tendencia y se convirtieron en iconos de diseño. Algunas de las más conocidas son la PH5 de Poul Henningsen (1931), con su característico diseño “en capas”, que evita el deslumbramiento y proporciona una iluminación suave y difusa; la Anglepoise, de George Carwardine (1934), cuyo diseño de brazo articulado, sencillo y práctico, ha sido tan influyente que incluso se convirtió en la imagen de la productora cinematográfica Pixar; la AJ, de Arne Jacobsen (1957), diseñada originalmente para el SAS Royal Hotel de Copenhague y que se distingue por su forma asimétrica y su cono inclinado que dirige la luz exactamente donde se necesita; la Disa, de José Antonio Corderch (1957), una lámpara de suspensión caracterizada por su pantalla cilíndrica y su elegante difusor de luz, que aporta un toque de elegancia a cualquier espacio; la Artichoke, de Poul Henningsen (1958), cuyo original diseño que recuerda a una alcachofa es toda una obra de arte; o la TMC, de Miguel Milá (1961), cuya estructura sencilla y pantalla ajustable la convierten en una obra funcional y atemporal, que combina lo mejor del diseño industrial y la artesanía, con su estructura de metal y su pantalla de tela.

En este articulo, no obstante, la protagonista es otra pieza legendaria que, en su momento, revolucionó la concepción de la iluminación decorativa: la lámpara Arco, diseñada en 1962 por Achille y Pier Giacomo Castiglioni, dos de los más grandes diseñadores italianos del siglo XX. ¿El motivo? Esta icónica obra ha cumplido sesenta años y para celebrarlo, Flos ha lanzado una edición limitada extraordinaria: la Arco K.

Pero ¿cuál es la historia de esta lámpara?. Arco representa el triunfo del minimalismo y la funcionalidad. Los hermanos Castiglioni, con su aguda percepción, se inspiraron para su diseño en las farolas públicas. Conscientes la limitación de las lámparas de pie tradicionales, que solo iluminan un punto específico, vieron una oportunidad en la altura y curvatura de estos elementos de iluminación urbana, que permiten arrojar luz a una área de gran amplitud. De este modo, trasladaron esta funcionalidad de los espacios exteriores a los interiores, dando vida a la lámpara Arco.

Su base es un bloque pesado de mármol de Carrara –el que utilizaba el gran genio renacentista Miguel Ángel Buonarroti para sus esculturas– que proporciona la estabilidad necesaria para el arco de acero inoxidable que se extiende desde ella. Este arco puede alcanzar hasta dos metros de longitud, permitiendo que la lámpara ilumine incluso los rincones más alejados de la habitación.

El arco de la lámpara, meticulosamente fabricado a partir de diversos segmentos de acero inoxidable con una elegante forma de U, está diseñado para retraerse de manera telescópica uno dentro del otro. Esta ingeniosa construcción confiere a la lámpara una mayor versatilidad y amplitud. Además, proporciona al usuario la opción de ajustar la bombilla y la pantalla a tres alturas diferentes.

La pantalla consta de dos componentes esenciales: una pieza fija de forma semiesférica, perforada estratégicamente para promover la ventilación adecuada de la bombilla, y un anillo de aluminio móvil que se asienta sobre la primera, permitiendo el direccionamiento de la luz acorde a la altura del último segmento del arco. Esta lámpara ofrece una impresionante extensión horizontal de hasta dos metros desde su base, y en términos de altura, la bombilla puede colgar a una distancia máxima de dos metros y medio del suelo, proporcionando una versatilidad de iluminación excepcional, adaptable a las necesidades específicas del espacio, además de optimizar el uso de la luz y evitar el desperdicio energético.

A pesar de tener más de medio siglo, la lámpara Arco sigue siendo una de las opciones de iluminación predilectas para los amantes del diseño. Su luz indirecta crea una atmósfera acogedora y su forma elegante añade un toque de sofisticación a cualquier espacio de la casa. En todos estos años en los que ha sido fabricada por la casa Flos, la única modificación que ha sufrido el diseño ha sido para adaptar su sistema eléctrico a las normas vigentes.

Por eso, con motivo de la citada efeméride, celebramos enormemente el lanzamiento de la Arco K, una edición limitada muy especial, exclusiva y numerada, de la que tan solo se fabricarán un total de 2022 piezas para todo el mercado mundial. En esta versión, la icónica base de mármol de Carrara da paso a una base de cristal sin plomo, que resalta la estructura de la lámpara en sí misma y acompaña la mirada desde el arco, protagonista absoluto, hasta la innovadora base, dotando a la lámpara de una imagen renovada, elegante y sofisticada.

Te invitamos a visitarnos en Delta Moble, donde puedes adquirir esta exclusiva pieza que, sin duda, añadirá un toque de sofisticación y calidez a tu hogar, y no te olvides de tener en cuenta algunos consejos para integrarla con éxito en la estancia que escojas:

Espacio: Asegúrate de tener suficiente espacio para que la lámpara se extienda. Recuerda que su diseño se basa en la idea de una farola que se curva sobre el espacio, así que necesita espacio para «respirar».

Propósito: Piensa en qué área quieres iluminar. La Lámpara Arco es perfecta para crear un punto focal, como una mesa de comedor o un rincón de lectura.

Contraste: Aunque la Lámpara Arco tiene una estética minimalista, su tamaño y forma la hacen destacar. Úsala para crear contraste en un espacio, especialmente si el resto de tu decoración es más tradicional.

En definitiva, la lámpara Arco de Achille y Pier Giacomo Castiglioni no es solo un objeto de iluminación, es una obra maestra del diseño que ha trascendido en el tiempo. Su estética minimalista, su funcionalidad y su enfoque en la calidad y la sostenibilidad la convierten en una elección perfecta para cualquier hogar contemporáneo.